Leemos porque sí

El mar de Micaela Chirif

Micaela Chirif es una de las autoras latinoamericanas más interesantes de la actualidad. Con un amplio registro que cubre narrativa y poesía, nos recuerda el poder la palabra, especialmente en la infancia con un libro dedicado al mar y que amplía su registro junto a tres destacados ilustradores mexicanos.

 Por: Astrid Donoso H.

 

Siempre es bueno volver a la poesía. Más aún si se trata de un poemario que nos habla desde la infancia, desde la mirada y el asombro por el maravilloso mundo que nos rodea. Maravilloso en el amplio sentido de la palabra: un territorio de descubrimientos asombrosos, de una arquitectura bella e intrincada. Es cuando somos niñas y niños donde la palabra, la voz y el canto, y por ende, la poesía, está muy presente, como una forma de conocer y nombrar el mundo.

Micaela Chirif es una destacada poeta y escritora peruana, que ya tiene a su haber libros tan entrañables como ¡Más te vale, Mastodonte! (Fondo de Cultura Económica, 2015), Niebla (Amanita, 2018), Desayuno(Polifonía, 2013) o ¿Dónde estás, Tomás? (Ekaré, 2016), entre otros. En cada uno de estos libros, sea poesía o narrativa, hay una invitación a observar, a detenernos y a imaginar.

En El Mar, publicado el 2020, recorremos este paisaje inmenso y hondo, lo que lo circunda y quienes lo habitan, ya sean peces, pulpos o incluso una sirena. Pero también nos encontramos con las nubes y las estrellas, elementos esenciales que parecen ajenos, independientes, pero que bien sabemos que son parte de un mismo espacio, con estrechas vinculaciones. Así que no nos extraña que desde las profundidades del mar saltemos al cielo, y, por ejemplo, nos encontremos con la estela de Raquel convertida en estrella mientras el pescador se tambalea en su bote.

En este periplo se develan pequeños grandes misterios, y otros irrumpen portentosos como el extraordinario poema del tigre, que advierte, no conoce el mar. Quizás en un guiño quizás al emblemático El Tigre del poeta y artista inglés, William Blake, su presencia nos recuerda que estamos observando lo que nos rodea con ojos poéticos, lúdicos, que dejan de lado la urgencia y la rapidez, privilegiando momentos de belleza y contemplación.

 

«Después los peces nadan otra vez

A veces de regreso a casa

Y a veces no»

 

El encuentro con el mar, con esa inmensidad sin fin, con el horizonte infinito y azul, que se pierde en el cielo, es siempre un acontecimiento. Nos pasa la primera vez que lo conocemos, o cuando lo añoramos. Sea o no protagonista, el que esté presente en cualquier relato, ficticio o personal, tiene un peso gravitante. El mar azul del verano, el mar gris en invierno, con mayor o menor fuerza según sus mareas, sigue siendo un terreno que no ha sido abordado del todo por la humanidad, y por ende, alimenta tanta fascinación.

 

«El mar es hogar, es vida y es tumba.

El pescador está solo en medio del mar

El mar duerme en el corazón del pescador»

 

El mar, en su complejidad de vida, misterio y sombras, está ilustrado por tres grandes artistas mexicanos que aportan con la poética de los versos. Armando Fonseca, Amanda Mijangos y Juan Palomino entretejen un universo de orden prodigioso, donde el cielo y bandadas de pájaros se reflejan en el mar, mientras bajo su oleaje, más allá desde donde el pescador lanza sus redes, habitan ballenas y algas. Ballenas inmensas que junto a las olas lo hacen tambalear, aunque él mismo no sepa bien que está allí abajo, mientras captura en sus redes estrellas de mar, peces de colores y crustáceos.

 

«El mar es una línea que no termina

El mar es muy pesado y se dobla»

 

Y si bien en este poemario se habla sobre el mar, los primeros versos son para el cielo y como resplandece su brillo sobre su oleaje. Volvemos a la idea del cielo y el mar (con) fundidos en algún punto, lejano, quizás imaginario, pero que vemos allí en el horizonte. Cuando nos enfrentamos al mar, sea en calma o bajo la tormenta de olas golpeando la playa y las rocas, como sucede en Las Olas de Virginia Woolf, nunca vemos que este termine. El mar no parece tener fin. A diferencia de un río o un lago, cuyo cauce creemos poder abarcar, el mar es tan gigante que apenas imaginamos su fin, tal como apenas podemos imaginar el final de un arcoíris. No por nada en la antigüedad muchos pensaban que, si se llegaba al final del mar, estaba el borde del mundo, literalmente un abismo al vacío.

Nos encontramos con el pescador y con Raquel, quien está siempre en ese cielo que brilla convertida en una estrella y entonces el tiempo transcurre lento, aunque sin pausas, lejano a toda prisa moderna absurda. Es allí donde mejor leemos estos poemas y delineamos su honda delicadeza, y cierta sorpresa salada que deja su lectura donde las ilustraciones lo inundan todo.

Poemas para leer en voz alta, páginas para detenerse en texturas, en las pequeñas alas de un insecto, en las redes lanzadas con fuerza sobre la inmensidad, o en las escamas de un pez. El libro, publicado el 2020, recibió el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2019, galardón que se suma a diversas distinciones a la autora, en tres las que destacan el Premio a la orilla del viento, Premio Fundación Cuatrogatos,  Medalla Colibrí IBBY Chile, y la Mención Honorable de Taking Pictures Award Selección White Ravens en tres ocasiones:  2010, 2014 y 2019.

 

El mar de Micaela Chirif, con ilustraciones de Amanda Mijangos, Armando Fonseca y Juan Palomino, se encuentra disponible aquí.

ISBN: 9786071669483
N° Edición: 1
N° páginas: 40
Año: 2020
Tamaño en cms.: 18 x 24
Tipo de edición: Empastado

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