Quienes somos
El Fondo de Cultura Económica es una institución editorial del Estado mexicano, que edita, produce, comercializa y promueve obras de la cultura nacional, iberoamericana y universal, a través de redes de distribución propias y ajenas, dentro y fuera de las fronteras mexicanas.
Nuestras acciones se orientan a la creación, transmisión y discusión de valores e ideas, así como a la formación de lectores, estudiantes y profesionales.
El Fondo de Cultura Económica (FCE) se distingue por ser una editorial de amplio criterio en la que los autores, hispanohablantes y de lenguas extranjeras, tienen oportunidad de exponer sus ideas con absoluto respeto a su libertad de expresión. Por ello, en el curso de los años se han publicado las obras de muchos y muy brillantes talentos, los cuales integran el catálogo siempre vigente de nuestra empresa, uno de los más ricos y variados de Iberoamérica.
Fueron el genio y la inventiva de Daniel Cosío Villegas el punto de arranque de la historia del Fondo de Cultura Económica. Fundado en 1934 por el historiador, sociólogo, ensayista y economista, la vocación primera de esta casa editorial se centró en publicar exclusivamente textos de economía destinados a los estudiantes de educación superior.
El 29 de abril de ese mismo año apareció el primer número de la revista El Trimestre Económico y para septiembre se había constituido ya el fideicomiso orientado a financiar el Fondo de Cultura Económica. En 1935, esta casa editorial publicó sus dos primeros títulos, ambos especializados en economía: El dólar plata, de William P. Shea y Karl Marx, de Harold Laski.
Para 1939 había iniciado ya la colección Ciencia Política, que posteriormente sería renombrada Política y Derecho. En el mismo año se crea la colección Historia, con la publicación de Proudhon, de Armand Cuvillier, y Topolobampo, la metrópoli socialista de occidente, de José C. Valadés.
En 1941, más títulos relevantes de autores prestigiosos se habían incorporado al proyecto editorial: John Locke y su Ensayo sobre el gobierno civil; además de Las utopías del Renacimiento, de Tomás Moro, Tommaso Campanella y Francis Bacon. En 1942 nació la colección Tezontle.
En 1943 el Fondo de Cultura Económica iniciaba sus publicaciones relacionadas con filosofía bajo la dirección de José Gaos y el impulso de Eugenio Ímaz: aparecen Filosofía de la Ilustración, de Ernst Cassirer, y De Leibniz a Goethe, de Wilhelm Dilthey.
El 2 de enero de 1945 se inaugura en Buenos Aires, Argentina, la primera filial del Fondo de Cultura Económica, bajo la dirección de Arnaldo Orfila Reynal, quien posteriormente se convertiría en director general de la editorial. Inicia sus publicaciones la colección Tierra Firme y el prestigio del Fondo se va acrecentando. Entre finales de los años cuarenta y el inicio de los años sesenta se consolidan diversos proyectos editoriales: aparecen los primeros Breviarios, títulos de Vida y pensamiento de México, la colección Popular y la emblemática Letras Mexicanas, y se inaugura nuestra primera librería, hoy llamada Daniel Cosío Villegas.
En 1991 el público infantil es incorporado al proyecto editorial con la colección A la orilla del viento, que inició sus publicaciones con “El pozo de los ratones y otros cuentos al calor del fogón”, de Pascuala Corona.
Actualmente el Fondo de Cultura Económica tiene presencia en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Perú, España y Estados Unidos. Próximamente se abrirán librerías en Cuba y Bolivia.
En su nueva etapa, iniciada en 2019, el Fondo de Cultura Económica ha dado un giro para modificar la política editorial con el objetivo fundamental de incentivar el acercamiento a nuestros lectores a partir de una significativa reducción de precios y de la ampliación de nuestra oferta editorial.
A casi una década de dar inicio a su actividad internacional, hacia 1954 el FCE abrió sus oficinas en Santiago de Chile bajo la dirección de Ángel Leighton, quien recibió de esta casa editorial la encomienda de ampliar los vínculos culturales entre los países hispanoparlantes.
La operación de la filial en ese país tuvo una pausa tras el golpe militar de 1973, que ocasionó la ruptura de relaciones diplomáticas entre México y Chile. No fue sino hasta 1989 cuando el FCE Chile reinició actividades, destacándose el trabajo realizado por María Elena Sasóstegui, quien dejó huella en el andar internacional del FCE.
Dentro de su producción editorial destaca la colección Biblioteca Chilena, fuente de grandes aportaciones al catálogo del FCE en las áreas literaria y antropológica. Gonzalo Rojas, Nicanor Parra, Óscar Hahn, Iván Jaksic, Lina Meruane, Cynthia Rimsky y Oreste Plath figuran en su ilustre nómina de autores. En lo comercial, la filial cubre todo el país austral; cuenta además con la Librería Gonzalo Rojas y suma a ello sus ventas institucionales al Ministerio de Educación de ese país, lo que ha coadyuvado al notable crecimiento de su producción editorial. Para promover y difundir las obras del FCE se realizan presentaciones de libros, actividades culturales y de fomento a la lectura, y se participa asimismo en ferias regionales e internacionales.
El FCE Chile ha mostrado un profundo compromiso con la educación, la cultura y las artes nacionales, a través de la colaboración con diversas instituciones tales como el Ministerio de Educación, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, diversas Universidades y Fundaciones dedicadas a la promoción de la lectura. Dicha colaboración se materializa en una activa participación en Ferias, presentaciones de las novedades editoriales y la organización de visitas de autores de renombre internacional, en las cuales convergen los distintos actores de la cultura nacional.