Leemos porque sí
La isla de Mark Janssen
Elogiado por la crítica, el libro del ilustrador danés es un relato que sin palabras nos cuenta sobre un naufragio y de cómo una familia sobrevive a una nueva realidad. En un gran formato, con una amplia paleta de colores, Janssen narra una historia contada en dos planos y donde una isla no siempre es lo que parece ser.
Por Astrid Donoso H.
Todo comienza con un naufragio. El momento de quiebre en una historia que termina y otra que recién se inicia. Un padre, una hija y su perro logran alcanzar una pequeña isla. Nadando llegan a ella y allí reconstruyen durante un tiempo una vida. Y es durante ese período, esos momentos son los que recorremos en las páginas del libro La isla de Mark Janssen.
Nacido en 1974 en la ciudad de Eijsden, en los Países Bajos, Mark Janssen tiene una vasta carrera ilustrando y creando libros infantiles donde destacan las publicaciones que ha hecho con editoriales holandesas, belgas y chinas. En español su nombre nos llega a través de libros como ¿Dónde está osito? (SM, 2021), ¡Alto! ¡Monstruos! (FCE, 2020) y Un día muy normal (Editorial Flamboyant, 2019).
La isla, que fue elogiada por la crítica en su versión original en holandés publicada por Lemniscaat en el 2018, narra dos historias, o dos historias que pueden leerse en paralelo y que conversan entre sí en silencio, sin usar palabras. Hacer un libro mudo que logre redimensionar dos espacios distintos en un mismo plano, dos situaciones muchas veces disímiles en ambos relatos es un desafío para el creador y propone un amplio abanico de posibilidades para lectoras y lectores. Los libros mudos o silentes nos suelen dar esa posibilidad, pero en este caso se suma la oportunidad de entretejer más vínculos entre quienes habitan sus páginas, en los sucesos que no paran de acontecer a cada tramo y que en un gran formato permiten una inmersión total.
Pronto vemos a esta familia instalada en la isla, sobrevivientes de un naufragio que logramos conocer en la primera página. Naufragio que observamos caótico, infernal en sus tonos rojos y en la incertidumbre que desde un inicio instala la narración. Porque algo que permite fluir todo el cuento son el uso de colores, de atmósferas, y así como vemos el carmesí iracundo de las primeras páginas, luego observamos cómo el colorido va mutando según los acontecimientos: la llegada a la isla es de un verde que inunda todo y que permite en un horizonte abierto hacerse la idea de ese instante de verse a salvo, en una aparente tierra firme. Luego los tonos van cambiando según el paso del tiempo, de las estaciones y de todo lo que la rodea. Nos encontramos con una pequeña casa, con la nieve que llega y que permite encuentros asombrosos con osos polares y otras con pájaros exóticos de exuberantes colores. Y decimos aparente tierra firme, porque esa es solo una parte del relato, la punta del iceberg como suele decirse, lo que vemos fuera del mar, mientras en las profundidades, que suelen ocupar la mayor parte de las hojas del libro, vislumbramos la intensa vida marina y de que esa isla no está hecha de tierra y rocas, sino que es el caparazón de una enorme tortuga que los cobija y cuida.
Es así como el libro puede ser leído como un diálogo entre esos dos mundos, el de los náufragos que comienzan parte de su nueva vida sobre lomo de esta enorme tortuga que los protege, en sus deambular por el mar y las olas, y por ese mundo oculto de los fondos marinos donde nos encontramos con peces multicolores, medusas y también grandes depredadores.
El libro está plagado de pequeños detalles, con un trabajo acuarelado y algo poroso que permite hacernos una idea de cómo se vería todo si nos sumergimos bajo las olas, o el cielo abierto que de pronto es cruzado por una bandada de pájaros en plena migración. El sol lo inunda todo y en ese paisaje humedecido por el agua, nos encontramos con un caleidoscopio de colores brillantes , un verdadero arcoíris infinito e inmensamente hermoso que recorre todo el papel, toda la historia. Todo esto permite que lectores, grandes y chicos, nos quedemos un buen rato descubriendo el trazo y observando cómo esa familia habita su nuevo hogar. Los vemos observando el cielo recostados sobre la hierba verde que crece sobre este lomo gigante, observando el cielo donde las aves cruzan en sus vuelos como si fueran nadadoras sincronizadas, disfrutando de un baño y todo ese tiempo de extra vida que pensaron perder en la primera página del relato con el desastre y el hundimiento.
De naufragios hay muchos relatos, pero el primero que nos recuerda es al de la familia Robinson. Primero porque no es solo una persona la que sobrevive y convierte de su nuevo hogar una nueva vida, una nueva forma de vincularse con su entorno, sino porque, como en el relato de Johann David Wyss, es una familia completa. Además, en este podemos sumar que no vemos en toda la narración un duelo por alguien que no haya sobrevivido ni por la vida de antes. Wyss, un pastor de Berna, Suiza escribió la historia para sus hijos a finales del siglo XVIII donde los protagonistas, varados en una isla desierta, se adecuan cual colonos a su nuevo entorno y lo convierten en su hogar. En La Isla la intervención a su entorno es muchísimo menor claramente, y más bien se tornan pasajeros de ese caparazón y disfrutan de esa nueva posibilidad, de haber sobrevivido a un naufragio más que reconstruir un modo de vida similar al anterior como sucede en la obra de Wyss.
La Isla de Janssen es una historia que nos habla de los cambios, de los giros inesperados, pero por sobre todo de la ayuda de cercanos, de la naturaleza y su trabajo cooperativo, de cómo ella misma nos ofrece una ayuda ante algunas inclemencias. Nos habla de la amistad, de aprender a observar, cuidar y resguardar nuestro entorno, sea que vivamos inmersos para siempre en la naturaleza o no. Un relato sin palabras que permite buscar nuevas formas de comunicarnos con otros seres, con otras especies, y que invita al diálogo, la reflexión y a disfrutar del colorido mundo que nos muestra en sus páginas y que, sin ir más lejos, podemos observar también en nuestro propio entorno. Solo basta con mirar hacia el horizonte, bajo el mar o hacia el cielo y la danza de los pájaros.
La isla de Mark Janssen, se encuentra disponible aquí.
ISBN: 9786071669070
N° Edición: 1
N° páginas: 32
Año: 2021
Tamaño en cms.: 25 x 33
Tipo de edición: Empastado
Editorial: Fondo de Cultura Económica